Sr. Maldonado
Lee cuidadosamente la siguiente lectura. Luego contesta los ejercicios en el programa That Quiz.
Un rayo de esperanza
clamando por su comida.
- ¡Amigo
león! ¡Amigo león! - se escucho desde lo
alto de un árbol. El león reconoció al visitante. Era su amigo, el pitirre, que
diariamente venía a saludarle. Al león se le hacía difícil contestarle porque
todavía estaba malhumorado. Todos los días despertaba molesto y lleno de
coraje. Le disgustaba verse encerrado entre aquellas oscuras rejas. Esa mañana
sentía sus patas más entumecidas que nunca. Creyó que no iba a poder pararse.
Cobró ánimo y se incorporó muy aturdido.-¿Cómo te sientes, amigo del aire? ¿Qué
noticias me traes? - dijo el león.- Tuve que mudar mi hogar – expresó el
pitirre saltando encima de la jaula . Los hombres van a construir un edificio y
están destruyendo todos los árboles.
- Olvídate de la tristeza.
Siempre vendré a contarte todo lo que ocurre en ese mundo que no puedes ver ni
disfrutar – dijo el pitirre. Puedes valerte de tu imaginación y volar. Te
mostraré las praderas, los montes y los ríos. Treparemos al penacho de una
palmera y contemplaremos la inmensidad del mar.
-Tienes razón, amigo – dijo el león. Me robaron la libertad para moverme, pero tengo el poder de la imaginación. Algún día, todos nosotros regresaremos a la selva. No habrá rejas ni muros que nos impidan gozar de la libertad. Los carceleros desaparecerán, y los prisioneros se convertirán en seres libres.
Un profundo silencio llenó cada rincón del zoológico. El león miró esperanzado al pitirre. Se tiró al suelo y cerró sus ojos para soñar.
- ¡La libertad está cerca! ¡Ven conmigo a ver el mundo a través de mis ojos! ¡Aún tienes sueños, aún puedes imaginar! - cantaba el pitirre.